Los panecillos de San Antón son unas pastas redondas de unos 10 centímetros y los mismos gramos, más o menos, que llevan estampada una cruz, lo que les hace característico. El santo se representa con el hábito negro de los Hospitalarios y la tau o la cruz egipcia, el emblema como era conocido y que se encontraba por regla general representada en la túnica.Estos panecillos se encuentran con facilidad en pastelerias en el torno a la iglesia de san Antonio, junto a las Escuelas Pias (en la calle Hortaleza de la capital), sede del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid. Las de la foto son de Salamanca, que conserva también esta tradición, en Ávila esto no es tradición
Cuando comencé la aventura del blog pensé en Castilla y León, quedando plasmado en el título; pero claro esto significaba acotar el campo de movimiento, y no estamos para quedarnos quietos. Lo ampliaremos a toda España o simplemente los lugares que visite o no, así como viajes imaginarios a ciudades visibles o invisibles; a lugares encantados o de los que regresamos desencantados; lugares comunes o no tanto. En definitiva un cajón de sastre en el que cabe de todo o casi nada.
jueves, 17 de enero de 2019
Los panecillos de San Antón
Los panecillos de San Antón son unas pastas redondas de unos 10 centímetros y los mismos gramos, más o menos, que llevan estampada una cruz, lo que les hace característico. El santo se representa con el hábito negro de los Hospitalarios y la tau o la cruz egipcia, el emblema como era conocido y que se encontraba por regla general representada en la túnica.Estos panecillos se encuentran con facilidad en pastelerias en el torno a la iglesia de san Antonio, junto a las Escuelas Pias (en la calle Hortaleza de la capital), sede del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid. Las de la foto son de Salamanca, que conserva también esta tradición, en Ávila esto no es tradición
viernes, 4 de enero de 2019
Feliz año 2019
Esta rotación de los Reyes Magos está en un ratablo lateral de la capilla del Real Hospital de la Purísima Concepción de Madrigal de las Altas Torres.
Fue mandado construir por doña María de Aragón, primera mujer del rey Juan II en 1443, con el fin de recoger pobres y enfermos desamparados.
Esta capilla alberga al Cristo de las Injurias, imagen gótica de madera policromada, venerada en este pueblo de Ávila.
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