La provincia de Avila nunca deja de sorprender, todos sus pueblos del más pequeño al más grande siempre de dan una sorpresa, algo bastante habitual en castilla. De viaje hacia Extremadura un buen lugar donde parar es Barco de Avila, pasear por su calles y visitar su castillo; plaza mayor, o lo que queda de ella, con ese regusto a edifios gallegos, tomar un café en su casino; subir a los restos de muralla o cruzar el fantástico puente. No dejes de ver la antigua cárcel reconvertida en centro cultural, con una creciente biblioteca que da vida al edificio. No hay que olvidar llevarse una judías y también miel.
Cuando comencé la aventura del blog pensé en Castilla y León, quedando plasmado en el título; pero claro esto significaba acotar el campo de movimiento, y no estamos para quedarnos quietos. Lo ampliaremos a toda España o simplemente los lugares que visite o no, así como viajes imaginarios a ciudades visibles o invisibles; a lugares encantados o de los que regresamos desencantados; lugares comunes o no tanto. En definitiva un cajón de sastre en el que cabe de todo o casi nada.
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