El otro día
volvía para casa y oí a unos turistas que hablaban sobre el origen del
nombre del Rastro, una decía que era el lugar donde se vendía la carne y cuando
la llevaban dejaba una señal en el suelo; para otro su origen estaba en el
rastrillo o mercadillo que allí existió, y que todos hemos conocido. Y fue lo que me dio pie a buscar un
poco el origen de su nombre y exponer la teoría que tiene mas probabilidad de ser.
El nombre de rastro viene dado por este motivo: en el
teso de San Isidro (además de la iglesia con esta advocación que ya hemos visto
aquí y cuyos restos se hallan en el Retiro de Madrid) estaba el matadero y
desde aquí partían llevando la carne hasta las diferentes carnicerías de la
ciudad; las carnes, al estar recién matadas iban dejando su rastro de sangre
durante su recorrido, lo que dio nombre a este lugar.
El paseo empieza en el Grande y termina en la carretera de Burgohondo. Esta dividido en varios tramos: el primero peatonal y va desde el Grande hasta el jardín, por un lado lienzo de muralla y por el otro un largo banco corrido con vistas al Valle Amblés y a Serrota; el segundo entre las puertas del Rastro y la de la Santa, muralla a un lado y al otro jardín y el Centro de la Mística; y el último es una cuesta que termina dividiéndose en dos. El Rastro es el paseo de Ávila, el de invierno y el de verano; en los fríos días del invierno su orientación es la propicia para caminar bajo el sol protegidos del viento del norte por el lienzo de la muralla. Y en verano cuando el sol se pone y se divisa la Serrota en el horizonte y los vencejos sobrevuelan nuestras cabezas regresando a sus nidos.
El paseo empieza en el Grande y termina en la carretera de Burgohondo. Esta dividido en varios tramos: el primero peatonal y va desde el Grande hasta el jardín, por un lado lienzo de muralla y por el otro un largo banco corrido con vistas al Valle Amblés y a Serrota; el segundo entre las puertas del Rastro y la de la Santa, muralla a un lado y al otro jardín y el Centro de la Mística; y el último es una cuesta que termina dividiéndose en dos. El Rastro es el paseo de Ávila, el de invierno y el de verano; en los fríos días del invierno su orientación es la propicia para caminar bajo el sol protegidos del viento del norte por el lienzo de la muralla. Y en verano cuando el sol se pone y se divisa la Serrota en el horizonte y los vencejos sobrevuelan nuestras cabezas regresando a sus nidos.
M. T. Calvo Jiménez y J. Delgado Gozalo Historia de las calles de Ávila
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