De dos semanas para acá oímos a todas horas, en
todas las cadenas y vemos en todos los medios el barullo que se ha montado en
torno a la ampliación del canal; y yo que soy malo pienso en una maniobra para
despistar sobre otros temas de interés nacional o que igual ha salido mal el
reparto de dividendos, que se yo. . .
Yo
intentare ser algo original y retrotraerme en el tiempo y buscar los orígenes
de esta gran obra de ingeniería. Iremos
muy muy muy atrás en el tiempo, llegando hasta el siglo XVI. En febrero del año
1524, Carlos I de España y V de Alemania (la Merkel parece que no se acuerda
que hubo un tiempo que España y Alemania iban de la mano) firma un decreto en
el que ordena al Gobernador regional de Panamá, Antonio de la Gama, que se haga un estudio para unir por el
istmo el Atlántico con el Pacífico; textualmente “que se abriera una vía que
uniera los dos océanos”. Pero esta idea había surgido con los navegantes
Antonio de la Gama, español, y el portugués Galvao, cansados de dar tanta
vuelta por el sur cuando solo separaba a los océanos 50 kilómetros de nada, sin
tener que bajar al estrecho de Magallanes. Menuda tarea le había caído encima
al Gobernador, pero este delega en Pascual de Andagoya, regidor de Panamá, para
que haga el estudio, que resulto desfavorable del todo, ya que era una obra
faraónica, gigantesca a la vez que cara, no había dinero para pagarla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario