Quedan pocos días para que podamos observar el fenómeno de las Perseidas, popularmente conocido como "Las Lagrimas de San Lorenzo". Las Perseidas, son una lluvia de meteoros (lluvia de estrellas, no la de Bertin) que sucede todos los años en torno al 12 de agosto. El año pasado, la luna llena impidió ver con claridad este fenómeno, este años es muy bueno para la observación ya que la luna esta en cuarto menguante. El mejor momento para su observación sera la noche entre el 12 y 13 de agosto, al igual que la noche precedente y la posterior. Para evitar la luna lo mejor es observar la primera parte de la noche, cuando el cielo esta oscuro.
Cada año por estas fechas la tierra cruza la órbita del cometa Swift-Tuttle, que tiene un período de 130 años y que la última vez que pasó cerca del Sol fue en 1992. Esta órbita está llena de partículas pequeñas (como granos de azúcar o menores de tamaño) que han sido liberadas por el cometa en sus pasos anteriores. Cuando una de estas partículas, que formaron en su día la cola del cometa, entra en la atmósfera terrestre, la fricción la calienta de tal manera que se vaporiza a gran altura (unos 100 km). Durante unos segundos, la partícula brilla como si fuera una estrella, y por eso este fenómeno recibe el nombre popular de estrella fugaz. No se trata por tanto de una estrella sino de una partícula de polvo incandescente.
La mejor forma de disfrutar de la lluvia de estrellas es a simple vista, sin prismáticos ni telescopios, y en una posición cómoda que permita ver el mayor campo de cielo posible. Cualquier punto de observación (playa, terraza, campo, etc.) es bueno, siempre que tenga un horizonte despejado hacia el Nordeste (dirección en la que se encontrará el radiante) y esté alejado de luces brillantes. Se recomienda mirar a unos 20º alrededor del radiante, ya que la mayor parte de los meteoros aparecerá en esta región.
Cada año por estas fechas la tierra cruza la órbita del cometa Swift-Tuttle, que tiene un período de 130 años y que la última vez que pasó cerca del Sol fue en 1992. Esta órbita está llena de partículas pequeñas (como granos de azúcar o menores de tamaño) que han sido liberadas por el cometa en sus pasos anteriores. Cuando una de estas partículas, que formaron en su día la cola del cometa, entra en la atmósfera terrestre, la fricción la calienta de tal manera que se vaporiza a gran altura (unos 100 km). Durante unos segundos, la partícula brilla como si fuera una estrella, y por eso este fenómeno recibe el nombre popular de estrella fugaz. No se trata por tanto de una estrella sino de una partícula de polvo incandescente.
La mejor forma de disfrutar de la lluvia de estrellas es a simple vista, sin prismáticos ni telescopios, y en una posición cómoda que permita ver el mayor campo de cielo posible. Cualquier punto de observación (playa, terraza, campo, etc.) es bueno, siempre que tenga un horizonte despejado hacia el Nordeste (dirección en la que se encontrará el radiante) y esté alejado de luces brillantes. Se recomienda mirar a unos 20º alrededor del radiante, ya que la mayor parte de los meteoros aparecerá en esta región.
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