lunes, 6 de agosto de 2012

Teatro Real de Madrid



         El 19 de noviembre de 1850, con motivo de la onomástica de la reina Isabel II se inaugura el Teatro de la Opera de Madrid; llueve a mares sobre la villa, a la vez que la expectación va en aumento a medida que se acerca la hora en la Plaza de Oriente, donde se produce algo inedito para la época, el trafico esta colapsado y los coche de caballos, engalanados para la ocasión y con más tiro de lo habitual esperan para poder llegar a la puerta. La obra elegida por la gran diva, Marieta Albioni, para este momento es La Favorita de Donizetti. La gran cantante es la persona que decide la obra que se interpreta; la calidad d ela voz y el canto es lo que manda en una escena muy rudimentaria, con unos toscos decorados. 
     Tras 32 años de espera y de obras, y una inversión de 42 millones de reales de la época se abre el gran Teatro de la Opera de España. Con una plantilla de 447 personas; con 2.500 localidades; Madrid en ese momento tiene 250.000 habitantes. El teatro se convierte en el centro social de la Villa y Corte; a veces no importa la obra de lo que se trata es de exhibir las últimas joyas o de mostrarse las jóvenes casaderas; ver y dejarse ver, es el escaparate del poder español.

     Aquí se encontraba el Lavadero de los Caños del Peral; una pared con caños y pilas abajo, resguardadas por un tejadillo. Tras su uso original se empieza a usar por los cómicos que llegan para representar opera en la corte y para la corte; para rentabilizar más esta rudimentaria estructura, cuando no actúan para la corte lo hacen para el público en general.

         En 1708 Francesco Bartoli se hace cargo de este teatro, el trono esta ocupado por Felipe V, casado con María Luisa de Saboya y luego con Isabel de Farnesio, ambas italianas y  aficionadas a la opera, lo que dará el impulso definitivo a este género. En España lo que primaba era la zarzuela, un genero popular, destinado a un público popular y claro esta con teatros más modestos. El nuevo teatro sobre este antiguo corral de comedias se inaugura en 1738; con una capacidad para 1680 espectadores. El teatro siempre estará supeditado al apoyo de la Casa Real, de ahí que a veces cierre si no estan ellos. Siguiendo el gusto francés de la época también se usa como salón de baile de mascaras. Con la subida al trono de Carlos IV, el Teatro de Caños del Peral se verá relanzado como sede operistica de Madrid. Todo ti`po de actividad en el teatro es suspendida durante la Guerra de Independencia y en 1816 debido a su mal estado al proyecto de reforma de la Plaza de Oriente se contempla la posibilidad de la construcción de un gran teatro de la opera que inaugura la reina Isabel.

         Y así hasta el 6 de noviembre de 1925 que por Real Decreto se cierra el Teatro Real, ya que corría peligro de derrumbe debido a las obras de del metro; se suspende así la temporada. Pese a que siempre se barajo la posibilidad de remodelarlo y abrirlo, se van sucediendo proyectos y usos como el de polvorín durante la guerra. Entre 1991 y 1997 se trabaja para reconvertirlo en una gran sala operistica bajo el proyecto de J. M. González Valcarcel y F. Rodríguez de Partearroyo. Así se inaugura, otra vez en noviembre, en este caso el 11 de noviembre de 1997, en una gala presidida por los Reyes de España en la que se representan dos obras: el ballet, El sombrero de tres picos de M. Falla y la opera La vida breve. Llegando hasta nuestros días con una programación estable con más o menos aciertos.


         
     
























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