jueves, 9 de enero de 2014

Origen del Canal de Panamá

      De dos semanas para acá oímos a todas horas, en todas las cadenas y vemos en todos los medios el barullo que se ha montado en torno a la ampliación del canal; y yo que soy malo pienso en una maniobra para despistar sobre otros temas de interés nacional o que igual ha salido mal el reparto de dividendos, que se yo. . .

     Yo intentare ser algo original y retrotraerme en el tiempo y buscar los orígenes de esta gran  obra de ingeniería. Iremos muy muy muy atrás en el tiempo, llegando hasta el siglo XVI. En febrero del año 1524, Carlos I de España y V de Alemania (la Merkel parece que no se acuerda que hubo un tiempo que España y Alemania iban de la mano) firma un decreto en el que ordena al Gobernador regional de Panamá, Antonio de la Gama,  que se haga un estudio para unir por el istmo el Atlántico con el Pacífico; textualmente “que se abriera una vía que uniera los dos océanos”. Pero esta idea había surgido con los navegantes Antonio de la Gama, español,  y  el portugués Galvao, cansados de dar tanta vuelta por el sur cuando solo separaba a los océanos 50 kilómetros de nada, sin tener que bajar al estrecho de Magallanes. Menuda tarea le había caído encima al Gobernador, pero este delega en Pascual de Andagoya, regidor de Panamá, para que haga el estudio, que resulto desfavorable del todo, ya que era una obra faraónica, gigantesca a la vez que cara, no había dinero para pagarla.
     El proyecto no se llevaría a cabo, pero los españoles (que listos ellos) que hicieron el estudio construyeron caminos de guijarros que se ha descubierto que discurren muy cerca de donde se halla el canal. El proyecto continúo durante cuatrocientos años, eso, siendo un proyecto. Habría que espera al mes de agosto de 1914 que el buque Ancón e entrase por el Caribe y saliese por el Pacífico para dar por inaugurado el Canal de Panamá.


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