martes, 26 de octubre de 2010

Peña de Francia (Salamanca)










Solo he ido un par de veces a La Peña de Francia, y con mucho tiempo entre medias. La primera vez, creo recordar que fue en el último año de carrera, una tarde de mayo, había llovido o lo hacia en ese momento, no lo recuerdo con claridad. Al atravesar al dehesa charra todo se veía verde, hierba y encinas. La subida fue terrorífica, me maree todito y cuando llegamos a la cumbre creía que lo echaba todo; nubes, por lo que desde el mirador no se podía ver ningún pueblo en la lontananza, tras dar una vuelta bajamos a la Alberca a tomar algo y pasear por el pueblo. Tras 20 años repetimos la misma operación, pero el campo empezaba a tener esos tonos de marrón que anuncian otoño, un poco atrasado y sin lluvia. La subida fue menos accidentada y esta vez no me maree, será que me estoy haciendo mayor. Desde la cumbre solo se podía ver un mar de nubes, comparable a cuándo subes al Teide, muchísimo viento y seis o siete almas, poco más. Han hecho una especie de albergue y comedor, pero estaba cerrado, creo que esa era la única novedad, no tengo un recuerdo de como era antes. La iglesia estaba siendo pintada y un sacerdote se esmeraba en cambiar las flores del altar, pasamos por el camarín de la Virgen, leímos la leyenda del lugar, una vista a todo lo que se puede visitar, que la verdad no es gran cosa y vuelta.


Espero que la próxima vez que vaya no hayan transcurrido otros 20 años, y sobre todo intentare ir en verano, por el tema de las vistas; pero ascender viendo los diferentes tonos de ocres del campo, y sobre todo de los helechos. Otra de las opciones es dejar le coche y subir por la senda de los Lobos, lo malo no es la subida, sino la bajada.


lunes, 18 de octubre de 2010

Wamba- Santa Espina













“Como te ves, yo me vi,
como me ves, te veras.

Todo acaba en esto aquí. Piénsalo y no pecaras”


     Jamás se me habría ocurrido visitar un osario, o igual si, pero a día de hoy este es el primero y el último, entrar en una sal y verte rodeado de huesos humanos, no es una sensación placentera, pero si curiosa.  Me llamaron la atención alguna de las calaveras, unas completas, otras no; con dientes, sin ellos, mandíbulas abiertas como si estuvieran sonriendo, otras ni las tenían. Había un niño, un tanto repelente, que quito solemnidad al momento, que si “me encantan las calaveras” o “me gustaría llevarme una a casa y tenerla en mi dormitorio” y yo mientras tanto pensaba en coger un fémur y darle un golpe haber si dejaba de decir tonterías o solo para que se callase, pero uno que es comedido y sabe estar, se trago sus pensamientos y continuo con la visita.  Alguna foto y ganas de ver otros osarios renombrados, como los de Portugal o el sur de Italia.  Había quien, no digo pero se dará por aludido, se emociono con los huesos y no paro de hacer fotos, la escusa era ampliarlas y colgarlas para la fiesta de Halloween, Todos los Santos, incluso alguno más en la tradición hispana.



















































WAMBA (VA)






Salimos de Zaratán atravesando la zona de expansión del pueblo chalecitos modernos, adosados-acosados, unos con más acierto que otros, pero todos cortados por el mismo patrón. Nos adentramos en la zona de los Montes Torozos, Mario me aclara que esta es la Mancomunidad de los Montes Torozos, un amplia extensión vallisoletana cruzada por la A6 y que últimamente se esta poblando de huertos solares así como molinos de viento, quizá estos último son tiene la envergadura de otras que he visto; pero es curioso ver como se da nueva utilidad a los campos, me dicen que lo bueno de los molinos es que es un extra para la economía agrícola, ya que el suelo sigue tendiendo el uso tradicional a la vez que se da el nuevo. Ha estado toda la noche lloviendo y creo que de un momento a otro se pondrá a caer con ganas y no me equivoco, creo que hemos elegido mal día para la excursión, pero lo aprovecharemos a tope la mañana, más que nada por que a las 3 de la tarde tenemos un cumpleaños y la jornada festivalera promete ser larga (no me equivoque y se prolongó hasta altas horas de la madrugada).

Wamba, solo me evocaba dos cosas, por un lado el rey godo y por otro lado la famosa bamba de chocolate y crema, esto último me recordaba un amigo que cuando hizo la mili tuvo un compañero de este pueblo y le hacia mucha gracia el nombre, por lo dulce, no por otra cosa. El pueblo esta muy cerca de Valladolid y es una grata sorpresa para todos, Mario dice que jamás se le habría ocurrido pensar que encerrase esa iglesia y restos de monasterio, salio encantado de la vida (como su paisana Concha). Como recuerdo a uno de los últimos reyes godos, que le da su nombre, reciente mente han levantado un a estatua a la entrada en su honor. Aparcamos en la plaza y entramos en su iglesia, la suerte nos acompaña y acaba de empezar una visita guiada a la que nos unimos (estas visitas solo se desarrollan durante los fines de semana de verano y el resto del año tras la misa dominical, dependiendo de párroco).

La iglesia, de tres naves, es de origen muzárabe, con añadidos románicos y góticos posteriores, que distinguimos por el uso de sillarejo primero y luego grandes sillares. Como elementos que me llamaron de la atención: la triple cabecera con arcos de herradura; en una de las capillas laterales hay una cruz del tipo asturiano; los capiteles, como el del esquilador, el peso de las almas, el elefante; una escalera que lleva a una única galería lateral que lleva al campanario; hay un par de sepulcros de diferentes estilos. La iglesia y su monasterio pasaron a mano de los Caballeros Hospitalarios de San Juan, con grandes terrenos bajo su dominio, la encomienda (Arroyo de la Encomienda, formaba parte de este, de ahí su nombre). A través de un arco pasamos a una nave lateral que guarda por un lado el baptisterio, que posiblemente fue la sal capitular del monasterio y una capilla. Esta capilla conserva unas pinturas y una bóveda palmeriforme, la columna que sostiene esta palmera esta muy desgatada ya que existía la creencia que tenia poderes curativos y todos los habitantes de la comarca venían a tocarla para curarse y daban una vuelta a su alrededor. Recuerda esta palmera a la de San Baudelio de Berlanga, la soriana esta mejor trabajada y conservada. La palmera es el “Árbol de la Vida”, es una planta que proyecta perfección por l asociación de dos principios geométricos, la línea recta de su tronco y el círculo de su ramas o frutos; es la exactitud de los dos casos matemáticos que también asume la justicia: la fe con la palabra y la acción. En definitiva un equilibrio que célula la balanza (vista en un capitel). Para los persas la palmera simboliza la “tierra celeste”. Para los cristianos es el emblema de la victoria, de la ascensión, de regeneración y de inmortalidad.
Nos llamó la atención la simbología de todos los elementos decorativos de la iglesia, también en la portada, donde aparecen alusiones a los solsticios, con dos figuras; cabezas de toros similares a las orientales. Hay un capitel con dos salamandras muy bien talladas, donde hay que volver otra vez hablar de un símbolo de la alquimia. La salamandra más que un animal es un reptil, que se caracteriza por su gran resistencia al fuego, identificándolo a la serpiente o al dragón, y por ende al infierno. Así pues es un símbolo mitológico, usado por religiones y cultos, del fuego, aquel que destruye pero a la vez también purifica, es por esta última cualidad por al que el cristianismo le considera símbolo de castidad.
Por último en los restos de lo que fue el claustro, donde quedan resto de los arranques de las bóvedas, hay un a sala, quizá la mas morbosa y la que mas llama la atención por que hay muy pocas repartidas por la geografía patria; el osario, donde se amontonan a lo largo sus paredes los restos humanos de monjes y personas enterradas en el monasterio. Hay una inscripción que dice “Como te ves, yo me vi, como me ves, te veras. Todo acaba en esto aquí. Piénsalo y no pecaras”.

De aquí partimos al Monasterio de la Santa Espina, hoy escuela agrícola de la Junta, ubicado en un lugar privilegiado en la vega de un río; poco puedo decir de este sitio, dimos una vuelta por sus claustros, pero nada mas, no había nadie que te dijese que ver o que hacer, por lo visto tienen una exposición de mariposas y un museo de aperos; pero esto otra vez. En los años 50, el gobierno franquista levantó un pueblo un pueblo a su lado, donde vinieron colonos para explotar la tierra. Muchas de las paredes de las casa están decoradas por un famoso muralista vallisoletano, del que no recuerdo el nombre y me lo han repetido infinidad de veces. Yo tenía pesado comer en la “Casa del Labrador” un bar-restaurante-hostal, pero solo desayunamos; por lo que pude ver su cocina es muy recomendable y acuden gentes de la zona a degustar sus platos; ahora con al temporada de setas recién empezada han elaborado un menú degustación muy muy, incluso muuuu, recomendable y a un buen precio. Habrá que dejarse llevar o ir sin más, cualquier escusa es valida, sobre todo si es con buena compañía.







lunes, 11 de octubre de 2010

San Cebrian del Mazote 2











Por fin pude visitar la iglesia mozárabe de San Cebrian del Mazote, iglesia de tres naves separadas pro arcos de herradura y triple cabecera. Me llamo la atención la cubierta de madera de la nave central con motivos de leones y castillos; destacaría la variada decoración de los capiteles que separan las naves. La verdad que fue una visita relámpago, no hacia para patear el pueblo ni "na", llovía a mares, así que bajar del coche, ver lo que nos interesaba y a un bar a almorzar que ya había hambre. Los bueno de las excursiones son los lugares que visitas y conoces o revisitas, pero sobre todo lo mejor es la compañía con al que puedes ir comentando lo que vas viendo.







































jueves, 7 de octubre de 2010

San Cebrian de Mazote (VA)






En una vuelta de Asturias, hicimos una pequeña turné por la Meseta, como dirían allá, Urueña y San Cebrián del Mazote. No recordaba por que pero este segundo pueblo me evocaba algo artístico, hasta que me di cuenta que allí se encontraba una de la mejores muestras del arte muzárabe castellano junto a San Baudelio de Berlanga (lugar que visite en mis estíos termantinos) y me sorprendió es arquitectura tan primitiva y moderna a la vez que salía de la oscurantismo medieval.

San Cebrián es el típico pueblo castellano, cónsul casas de adobes, sus calles, corrales y población, abundante en verano y escasa en invierno. No cuajo la visita, ya que la iglesia estaba cerrada, había un horario, al que como suele pasar no llegamos y me tuve que conformar con verla por fuera sin admirar su interior. Poco me decía, es parecida a muchas que he visto, así pues habrá que esperar a una nueva y prometida visita para verla junto a Wamba y el Monasterio de la Santa Espina, que parece ser que será pronto o eso espero.

Esta visita a la que todos estamos emplazados nos proporciona un divertido plan para un sábado otoñal con buena compañía, solo falta que cuaje.

martes, 5 de octubre de 2010

Turegano (SG)






Turegano un pueblecito segoviano situado en el macizo de Sepulveda, parece que esta en medio de la nada, por culpa de Pedraza y Sepulveda, que eclipsan todo lo de alrededor. Lo primero que llama la atención es su castillo, en lo alto de una colina, dentro del castillo se levanta la iglesia de San Miguel, pero que fue primero el castillo o la iglesia, esa es la cuestión; hay restos de una fortaleza anterior a la iglesia, siendo el castillo actual posterior. Destacamos también la iglesia parroquial de Santiago, unos cuantos caserones (para Isaac, casoplones, con escudos de armas) todos ellos en torno a un aplaza porticada.


Por estar en la meseta castellana tan propicia para los cereales y al estar atravesad por un río, fueron varias las fabricas de harina que funcionaron hasta el siglo pasado, por este motivo, discurren por el pueblo una serie de canales o aceñas para llevar el agua y mover la maquinaria de estos. Una de estas fabricas fue rehabilitada como museo por la familia Bose, el conocido Museo de Ángeles, que tanto prometió y tan poco duro; un intento de revitalizar la cultura de la zona, pero que por discrepancias entre el pueblo y la dueña dio al traste.


En una de las esquinas de la plaza mayor se encuentra el casino, un bar y lugar de encuentro como los de antes, sus mesas de mármol y su barra de antaño.



Conocí y viví en Turegano en el otoño de aquel lejano 1992, 22 años ya, cuanto tiempo ha pasado. Resulta que por aquel entonces trabaje en arqueología y estuvimos prospectando por aquella zona; alquilamos una casita en una especie de arabización a la entrada del pueblo, al lado del pub; nos integramos enseguida en la vida del pueblo, normal, todos veniamos de pueblos con el mismo carácter castellano, recuerdo que comprabamos en un super (GAMA) regentado por una chica, en los bajos de un gran casoplón y que años después conocí a los dueños en Segovia.


Tengo ganas de volver y pasear por sus calles, comer cordero en uno de sus asadores y subir al castillo. En ese castillo en el que Cava, Jorge, Carlos, Salva (Al varo) y yo en visperas de navidades nos dedicamos a tirar cohetes y petardos ¡insensata juventud!

viernes, 1 de octubre de 2010

Barco de Avila









La provincia de Avila nunca deja de sorprender, todos sus pueblos del más pequeño al más grande siempre de dan una sorpresa, algo bastante habitual en castilla. De viaje hacia Extremadura un buen lugar donde parar es Barco de Avila, pasear por su calles y visitar su castillo; plaza mayor, o lo que queda de ella, con ese regusto a edifios gallegos, tomar un café en su casino; subir a los restos de muralla o cruzar el fantástico puente. No dejes de ver la antigua cárcel reconvertida en centro cultural, con una creciente biblioteca que da vida al edificio. No hay que olvidar llevarse una judías y también miel.